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Mostrando entradas de abril, 2010

Sobre Robby, el clásico Robot

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Al referirme a Robby se me vienen a la memoria los relatos que me hacía mi padre, cuando yo era un niño, acerca de la película: "Forbidden Planet" de Metro-Goldwyn-Mayer, en la que hizo su debut este ingenio. No vayan a pensar que era de mis tiempos eh?, pues fue estrenada varios años antes que yo naciera. Fue un film que a mi progenitor le encantó lo suficiente como para cautivar mi atención, al relatarmela con lujo de detalles, aunque también agregándole algo de su "cosecha", debo recalcar. Fue de mi padre de quien heredé mi pasión por la fantasia y la ficción. Por eso quise dedicar algunas breves líneas al robot considerado el más clásico del cinematógrafo. Hay que destacar que es lejos el que más apariciones ha tenido, tanto en el séptimo arte, como en la televisión, aún a pesar de que su origen se remonta a 1956, año en que se estrenó la película en cuestión. En décadas más recientes se le pudo ver en un par de capítulos de "Los Simpsons", "Fut

Ilustradores

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Bueno, debo reconocer que me apasiona la ilustración, otra de mis aficiones fue dibujar, aunque no llegué a desarrollar este arte cómo yo hubiese querido, quizás porque me dejé seducir por el consumismo y la búsqueda de oportunidades a través de un trabajo que no era del todo mi pasión. Pero esa es otra historia. Aquí quiero hacer un pequeño tributo a aquellos artistas de la ilustración que nos deslumbran con esas imágenes de mundos, personajes y criaturas fantásticas que desbordan en creatividad. Pero qué es La Ilustración? Bueno, básicamente es un dibujo, más bién imágenes asociadas con palabras, que llevan un mensaje, como las pinturas rupestres, y los mosaicos religiosos. He aquí algunos de los más consagrados responsables de dejar plasmado su sello en carátulas de libros, novelas, comics, video juegos, películas, etc. Por supuesto que hay muchos más, pero esta es mi galería personal de quienes considero mis favoritos. Todas las imágenes aquí presentadas son propiedad de sus

La Musa de los cuarenta y uno

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(La imagen es propiedad de Gil Elvegren) Una mujer camina por la espesura de los bosques, como si fuese un hada perdida que busca consuelo en la soledad. La pícara ventisca juega con sus cabellos, desparramándolos sobre su rostro angelical, tratando de despertar a la musa sensual que anida en ella. También se prende de sus ropajes y con osadía los revuelve y los iza, para que el vestido se muestre generoso y regale vistas de sus encantos de mujer. Entonces, sus muslos asoman sugerentes, pero sus pechos apenas se insinúan, por temor a parecer demasiado audaces. El céfiro extrae su fragancia femenina y la esparce por los bosques, para que hechice con sus gracias de Eva. Ella sonríe con coquetería, sintiéndose dueña de una belleza que haría palidecer a los atractivos de la naturaleza. Los juglares y los poetas le cantan, los pintores plasman sus sinuosidades en óleo y los escribas le componen odas valiéndose de las virtudes de la palabra. Aunque el grisáceo manto de la edad la

Sobre Hayao Miyasaki

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No sería justo pasar por alto el talento de este director japonés que ha impresionado incluso a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas del país del norte, al otorgarle un premio Oscar a su genial película: "El Viaje de Chihiro" el año 2002. Posteriormente, el año 2005, otra de sus películas, "El Castillo Ambulante", también fue nominada, aunque no obtuvo el galardón. Hayao Miyasaki, nació en Tokio, el 5 de enero de 1941. Es director de cine de animación, ilustrador, dibujante de comics y productor de dibujos animados. Considerado el Walt Disney de oriente. A pesar de haber estudiado Ciencias Económicas, su verdadera pasión fue la animación, por ello en los años setentas, comenzó a trabajar en el estudio de animación TOEI, donde se desempeñó como intercalador (encargado de dibujos entre movimientos). Así fue como se inició en este fabuloso mundo. Poseriormente conocería a su amigo y colega Isao Katahaka con quien fundaría el año 1985 el muy conocido Estu

Sobre Stan Winston

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Nació el 7 de abril de 1946 en Richmond (Virginia), Estados Unidos. Su frase característica: "nada es imposible", así fue como este experto en efectos especiales inició su carrera en los estudios Disney, donde se desempeñó en la divisón de maquillaje. Desde sus inicios se esmeró en que los efectos especiales tuvieran un papel secundario. "El éxito de las películas radica en una buena historia -subrayó-. Sin ella, de nada sirven los mejores artificios". Muchas cosas se podrían decir de este genio de los efectos especiales, tanto en maquillaje, como en animatrónica de los años 80 y 90s. Se le conoce por haber sido el creador de los monstruos mas famosos del cine y participar activamente en películas como: Terminator, Parque Jurásico, Alien, Bastman Regresa, Depredador, y Edward Scissorhands. Ganador de cuatro premios Oscar de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood por su trabajo. Ganándose una estrella en el Paseo de la Fama. Dueño d

Algo más sobre mí

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Hablar de uno mismo no siempre resulta tan fácil, porque se tiende a buscar un punto de inflexión entre modestia y vanidad; entre orgullo y humildad, aunque con frecuencia algunos terminan exagerando estos valores o sus opuestos. Sócrates dijo: "El orgullo divide a los hombres, la humildad los une" . Y en tal sentido, yo opto siempre por la unidad. Bueno, podría iniciar este profile señalándoles que el mundo me recibió un doce de marzo del 1965, "año de la serpiente" en el calendario chino. Debo confesar que no me sentí para nada cómodo al ser identificado con un reptil que no goza de buena reputación. Me consuela saber que, contrario a occidente, en algunos paises orientales es considerado icono de la sabiduría; quienes nacen bajo este signo, son personas eminentemente intelectuales y poseen una enorme intuición. Mi nombre es: Marcos Fabián Cortez González y nací en Santiago de Chile. Estoy felizmente casado y tengo tres hijas, que son un "pedacito de cie

Sobre Héctor Tancredo Pinochet Ciudad

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En octubre del año pasado fui invitado por Diego Muñoz para asistir al lanzamiento del "El Hipodromo de Alicante" y otros cuentos fantásticos. Este libro pertenece a un escritor chileno que vivió muchos años en el exilio y recién ahora se publica gran parte de su obra, en este compendio de cuentos suyos, gracias a una iniciativa de la editorial SIMPLEMENTE EDITORES, a su familia y amigos, entre los cuales se cuenta a Diego Muñoz. Debo señalar que quedé impresionado con la narrativa de este escritor chileno, que había sido un desconocido para mí. La pulcritud de su prosa y la genialidad de sus historias lo dejan a uno ansiando leer más. Se los recomiendo, es un libro que consta de cinco cuentos: El hipódromo de alicante Hordaza, la aldea de los hombres impotentes. La casa de Abadatti. La última huida. Los dos círculos. Un día Pietro Tatarquino. De los cuales, para mi gusto, "El hipodromo de alicante", "La casa de Abadatti" y "Un día Pietro Tatar

Sobre Diego Muñoz Valenzuela

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No quiero dejar pasar esta oportunidad para referirme a este talentoso escritor chileno, cuentista, novelista y especialmente microcuentista, de hecho es uno de los precursores de este género literario, tanto chile como en latinoamerica. Tuve el honor de participar en uno de sus talleres de cuentos pudiendo obtener algo de ese caudal de experiencia y conocimiento que brota de él, así como el estusiasmo tanto por leer, como por escribir. Debemos sentirnos orgullosos de tener un escritor de la talla de Diego y los invito a leer su obra. Ha publicado: los volúmenes de cuentos: Nada ha terminado (1984) Lugares secretos (1993) Ángeles y verdugos (2002) Déjalo ser (2003) De monstruos y bellezas (2007) y las novelas: Todo el amor en sus ojos (1990, 1999) y Flores para un cyborg (1997, 2003). Ha sido incluido en más de cuarenta antologías publicadas en España, Italia, Holanda, Bulgaria, Croacia, Canadá, México, Argentina, Ecuador y Chile. Cuentos suyos han sido traducidos al fran

El duelo

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Los contrincantes se observan con miradas fieras. Parecen estudiarse mutuamente, buscando señales de sus inminentes acciones. Uno de ellos, el caucásico, se siente muy confiado. Nunca ha sido vencido y se muestra seguro de que esta vez no será diferente. El otro, un sujeto de piel oscura, sabe esto y duda. El sudor moja su frente, parece tenso. Le tiemblan las manos y su corazón palpita a más no poder. Hubo quienes pusieron sus esperanzas en el caucásico, ya lo daban por victorioso. Otros en cambio, se muestran ansiosos de ver al moreno triunfando en este duelo. Una verdadera parodia a David contra Goliat. Todo es silencio, el viento apenas sopla. La suerte está echada, cualquier cosa puede suceder. En ese momento culmine de las emociones, sus sentidos son violentamente alertados. Entonces el caucásico corre y patea el penal. El arquero se lanza hacia el costado que creyó el correcto y en un esfuerzo sobrehumano consigue desviar el balón. Destruyendo la vana confianza de su adversari

Tinta, Papel y lápiz

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Siempre quise ser escritor y contar historias maravillosas, como aquellas que me leían en mi infancia. Donde el galán mata al dragón, salva a la princesa, se casan y viven felices para siempre. Ahora que soy adulto, pienso que la realidad tiene mucho de ficción. Me convertí en escritor y mis relatos están inspirados en dos amigos de la infancia. La “tinta”, apodada así por su piel canela, era descendiente de mapuches. Ella ha sufrido mucho en este mundo, su padre abusó de ella, su madre es alcohólica y ella; bueno, ella lucha por salir adelante. La vida no es fácil y tampoco es maravillosa. La princesa no es un ángel inmaculado y tampoco es feliz. En secundaria conocí al “papelillo”, así lo llamaban los vecinos y nuestros compañeros de curso. Junto con la “tinta” nos divertíamos mucho, éramos el grupo de los marginados. Fuimos: “lo que deja la ola”, el “raspado de la olla”. Yo por ser guatón, ella por ser negrita y el “papelillo”; bueno, era un flaco “seco para el pito”. La vida tie

Fue una confusión

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Era de noche y había neblina en las calles de la capital, confiriéndole un aire londinense. Una figura masculina emergió de las sombras y fue alumbrada por el resplandor mortecino de un farol. Parecía tener prisa. Torció en una esquina y se perdió en los pasajes de ese barrio, como si empeñara la vida en ello. Otra silueta asomó también a la luz pisándole los talones, era un carabinero y aunque había perdido su gorra, portaba su arma de servicio. Se detuvo en seco tratando de orientarse y aprovechó ese instante para tomar aire. Su aliento se condensaba en la forma de un vaho a causa del frío. De inmediato retomó la persecución. El delincuente lo llevaba con ventaja al uniformado, sin embargo, este último no cejaba en la caza. Incluso hubo intercambio de disparos entre ellos, pero sin llegar a herirse. Las fuerzas ya comenzaban a flaquearle, pero la carrera continuaba sorteando múltiples obstáculos. Los perros ladraban, mas no había otros espectadores. El acecho culminó en un callej

Réquiem para un traidor

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El Huiro, así apodaban sus compinches al jefe de la banda y lejos de molestarse, lo consideraba un verdadero “nombre artístico”. En ese momento, estaba dedicado por completo a la limpieza de su arma, con la misma diligencia que pone una madre en los cuidados de su querubín. Se trataba de un revolver calibre treinta y dos, sustraído en una de sus muchas fechorías. Su metal encandilaba ahora de lo lustroso que quedó y parecía ejercer en él una influencia enfermiza, quizás porque su vida dependía de ese letal objeto. Tan absorto estaba que desatendió las insinuaciones de su novia, la Shakira, que daba punto final a su sensual baile. Ella se ganó este apodo por vestir y moverse como la cantante, claro que guardando las debidas proporciones. A esas altas horas de la madrugada eran los últimos que quedaban en ese cabaret de mala muerte, que prácticamente se convirtió en el centro de operaciones del Huiro. Los mozos, el barman y las otras bailarinas ya se habían retirado con su autorizaci

Fender Stratocaster

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-¡Es un crimen! –repetía incansable aquel policía– ¡Que se queme en el infierno el maldito! –agregó notoriamente ofuscado, mientras le propinaba miradas furiosas al sujeto que permanecía esposado en el asiento trasero de la patrulla. Luego se volvió hacia aquel bulto tirado sobre el húmedo asfalto, frente al Hard Rock Caffe de esa ciudad. El administrador del recinto, parte del personal y algunos clientes, curioseaban desde el interior. - ¿Qué tenemos ahora? –le preguntó el oficial que acababa de llegar al lugar de los hechos. - Mire nada más teniente –se lamentó el otro señalándole aquel bulto- He ahí el cuerpo del delito ¿Cómo alguien puede ser tan canalla? –gruñó– no tiene perdón de Dios –gritó y golpeó con violencia el vidrio del auto en un claro desafío hacia el inculpado. Sin embargo, el delincuente no le prestó atención; tenía la mirada perdida en algún punto distante del tiempo y el espacio. - Cálmese sargento –le aconsejó el teniente al notar que se salía de sus casillas– D

Perdido entre ovejas

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Jim despertó sobresaltado. Se sentó en el borde del lecho intentando recobrar la compostura. Miró la hora. Aún era de madrugada. El sudor enjugó su frente y se le notaba angustiado. Una pesadilla era la responsable.  Todas las noches era lo mismo: comenzaba con la melodía que producían las teclas de un piano. Acordes no escuchados antes, tan alto en la montaña. Había cuatro sujetos cerca de él, vestían trajes oscuros y camisas blancas, ropas no muy apropiadas para aquella considerable altura. Subían trabajosamente un piano de cola. La nieve era espesa y dificultaba aún más la tarea de cargar el instrumento musical. Cada cierto rato hacían una pausa para recobrar el aliento. Luego las imágenes cambiaban, como si fuesen destellos fugaces y confusos. Escuchó los gritos aterrados de algunos de esos individuos. Parecían desesperados y llamaban a viva voz a uno de los suyos. También se encontró a sí mismo corriendo por las laderas montañosas. Sus manos estaban ensangrentadas. Tropezó rod

Siete veces siete

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Nacía un nuevo día, el séptimo del mes de Julio, era lunes, no muy grato para la mayoría de los chilenos por cierto. Los relojes marcaban ya las siete menos diez y Santiago iniciaba su ritmo habitual, cientos de transeúntes comenzaban a poblar sus calles y el bullicioso tránsito fluía congestionando sus avenidas, dándole vida a la capital. En el centro, el comercio aún no abría sus puertas y el gentío se desplazaba de un lugar a otro haciendo de la urbe una de las más agitadas de Chile. Todo parecía indicar que la rutina diaria no cambiaría en absoluto, sin embargo, cuando dieron las siete en punto, una violenta explosión sacudió el sector céntrico e hizo sobresaltarse a todos quienes transitaban por las inmediaciones. El estallido despedazó la base de un edificio arrojando esquirlas en todas direcciones. Los cimientos de la añosa construcción cedieron y su estructura se colapsó desplomándose con estruendo y envuelta en una nube de polvo. Se formó un hongo negrusco que se elevó haci